Perdón, amistad, oración: Papa responde preguntas por televisión italiana
Por Cindy Wooden
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El papa Francisco le dijo a un entrevistador italiano que el perdón es "un derecho humano".
"Voy a decir algo que puede sorprender a algunas personas, pero es la verdad: la capacidad de ser perdonado es un derecho humano", dijo el papa al periodista Fabio Fazio el 6 de febrero durante el programa de entrevistas en horario estelar italiano "Che Tempo Che Fa" (Cómo está el clima).
"Todos tenemos derecho a ser perdonados si pedimos perdón. Es un derecho que brota de la naturaleza de Dios y ha sido dado a los humanos como herencia", dijo. "Quien pide perdón tiene derecho a ser perdonado".
Un criminal, dijo, debe pagar su deuda con la sociedad, pero aún tiene derecho a ser perdonado.
En la entrevista de una hora, el papa Francisco repitió lo que ha dicho a menudo sobre el escándalo de la venta de armas y la futilidad de la guerra, la obligación de proteger el medio ambiente y la necesidad de un proceso europeo mejor coordinado para acoger a inmigrantes y refugiados.
Aunque Fazio no hizo preguntas específicas sobre el escándalo de abuso sexual clerical, le preguntó al papa cómo le gustaría que fuera la iglesia del futuro y cuáles considera que son los "temas críticos" que enfrenta la iglesia hoy.
El papa Francisco respondió: "Imagino la iglesia del futuro como la imaginó San Pablo VI después del Concilio (Vaticano II) con la exhortación apostólica 'Evangelii Nuntiandi'", su documento de 1975 sobre la necesidad de crear nuevas formas de compartir la Mensaje del evangelio con el mundo.
Destacando la relevancia actual del documento de 1975, dijo: "Agregué otro que se llama 'Evangelii Gaudium', pero no es tan original; es un plagio de 'Evangelii Nuntiandi' y Aparecida", el documento de los obispos latinoamericanos a los que ayudó a escribir después de una reunión en Aparecida, Brasil, en 2007. El documento pedía un alcance misionero en todo el continente.
Y le dijo a Fazio que el "mayor mal" en la iglesia de hoy es "la mundanalidad espiritual, una iglesia mundana".
"Esta mundanalidad espiritual dentro de la iglesia hace crecer una cosa fea: el clericalismo, que es una perversión de la iglesia", dijo. Aumenta la "rigidez" y la confianza en las reglas en vez de en Dios.
En su respuesta, y a lo largo de la entrevista, el papa Francisco insistió en que la encarnación de Jesús y su muerte en la cruz significaron que la fe cristiana debe encarnarse en signos prácticos de amor y cuidado por los demás y en salir a predicar el Evangelio.
El papa Francisco dijo que las personas que nacen en países desarrollados de familias que siempre tienen suficiente para sobrevivir y donde la atención médica, la educación y los trabajos son bastante fáciles de conseguir deben reconocer que no merecen más esas cosas que una persona nacida en la pobreza con poco o ningún acceso a cualquiera de esas cosas.
Y si bien es tentador "mirar para otro lado" cuando las noticias informan sobre víctimas de la guerra o migrantes ahogados o cuando uno ve a una persona mendigando en la calle, es "una tentación muy fea".
"No basta con ver, hay que sentirlo, tocarlo", dijo el Papa, y añade que dejarse tocar el corazón y reconocer a la víctima como persona, hermano o hermana, es la única manera de avanzar hacia la búsqueda una solución.
Fazio también le pidió al papa Francisco que definiera la oración.
"Rezar es lo que hace un niño cuando se siente limitado, desamparado y llama, '¡Papá!' o '¡Mami!'", dijo el papa. "Este es el primer grito de oración. Pero si no crees que tienes un papá o una mamá cerca de ti, no sabes cómo clamar, no sabes cómo pedir".
"Rezar -prosiguió- es mirar nuestras limitaciones, nuestras necesidades, nuestros pecados y decir: 'Papá, mírame. Tu mirada me purifica, me da fuerzas'".
Sentirse cómodo al dirigirse a Dios como padre, dijo, es una señal de que uno "va bien en el camino de la fe".
El periodista italiano también preguntó al papa Francisco cómo es capaz de soportar el peso de estar preocupado por el destino del mundo y escuchar tantas historias individuales de dolor y sufrimiento.
Pero el papa insistió en que sus cargas no son tan grandes y no se comparan a los desafíos y las cosas verdaderamente terribles que tantas personas soportan todos los días.
"A decir verdad, no soy un campeón de levantamiento de pesas", dijo. "Soporto lo que la mayoría de la gente soporta".
El papa también dijo que tiene algunos buenos amigos, "que me ayudan, que conocen mi vida como una persona normal, no que yo sea normal, no. Tengo mis anomalías, sino como un hombre común que tiene amigos".
"De hecho, necesito amigos", dijo. "Esa es una de las razones por las que no me fui a vivir al departamento papal, porque los papas antes que yo eran santos y yo no podía hacerlo, no soy tanto un santo. Necesito relaciones humanas, por eso vivo en este hotel, Santa Marta, donde encuentras gente con quien hablar, encuentras amigos. Es más fácil para mí".