La conferencia episcopal de EE.UU. confirma que la maternidad subrogada convierte al niño en 'objeto de tráfico'
Por Maria Wiering, OSV News
(OSV News) - El Papa Francisco dijo a los diplomáticos el 8 de enero que considera "deplorable" la maternidad subrogada y que le gustaría que esta práctica se prohibiera universalmente.
"Considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada, que ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño; y se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre. Un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato", dijo en el encuentro anual de Año Nuevo con los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
"Por ello, hago un llamamiento para que la comunidad internacional se comprometa a prohibir universalmente esta práctica", dijo el Santo Padre, quien también dijo que el "camino hacia la paz exige el respeto de la vida, de toda vida humana, empezando por la del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial".
Los comentarios fueron noticia entre los principales medios de noticias seculares de Estados Unidos, lo que provocó llamadas a la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo a OSV News la portavoz de la conferencia y Directora Ejecutiva de Asuntos Públicos, Chieko Noguchi.
"Como afirma el Papa Francisco, con la maternidad subrogada, un niño no nacido se convierte en 'objeto de tráfico' porque explota las necesidades materiales de la madre biológica y hace del niño el producto de un contrato comercial. Por ello, la Iglesia católica enseña que la práctica de la maternidad subrogada no es moralmente permisible. Por el contrario, debemos rezar y trabajar por un mundo que defienda la profunda dignidad de cada persona, en cada etapa y circunstancia de la vida", afirmó Noguchi en una declaración a los medios de comunicación el 8 de enero.
La gestación subrogada es la práctica en la que una mujer gesta y da a luz a un bebé para un individuo o una pareja, a veces a cambio de una compensación. La portadora gestacional es fecundada in vitro, una práctica que la Iglesia también prohíbe.
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: "Las técnicas que provocan una disociación de la paternidad por intervención de una persona extraña a los cónyuges (donación del esperma o del óvulo, préstamo de útero) son gravemente deshonestas. Estas técnicas (inseminación y fecundación artificiales heterólogas) lesionan el derecho del niño a nacer de un padre y una madre conocidos de él y ligados entre sí por el matrimonio. Quebrantan 'su derecho a llegar a ser padre y madre exclusivamente el uno a través del otro".
El Papa Francisco ha denunciado la maternidad subrogada anteriormente, incluso en una reunión en 2022 con miembros de la Federación de Asociaciones Familiares Católicas de Europa, durante la cual dijo: "La dignidad del hombre y de la mujer también se ve amenazada por la práctica inhumana y cada vez más extendida del "vientre de alquiler", en la que las mujeres, casi siempre pobres, son explotadas, y se trata a los niños como mercancías".
En 2016, el Papa Francisco reflexionó brevemente sobre la maternidad subrogada en "Amoris Laetitia" ("La alegría del amor"), una exhortación apostólica postsinodal que siguió a los sínodos de obispos de 2014-2015 sobre la familia, señalando: "La historia lleva las huellas de los excesos de las culturas patriarcales, donde la mujer era considerada de segunda clase, pero recordemos también el alquiler de vientres o 'la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática'", citando una catequesis que pronunció en una audiencia general en abril de 2015.
El sector de la maternidad subrogada comercial se valoró en 14.000 millones de dólares en todo el mundo en 2022, y se prevé que alcance un valor estimado de 129.000 millones de dólares en 2032, según un informe de Global Market Insights de noviembre de 2022. Las leyes sobre maternidad subrogada varían según el país.
La maternidad subrogada fue uno de los muchos temas que el Papa Francisco abordó en su encuentro del 8 de enero con miembros del cuerpo diplomático. Después de agradecerles "su compromiso dedicado a favorecer las relaciones entre la Santa Sede y vuestros países", reflexionó sobre las zonas de guerra y tensión política en todo el mundo, incluyendo Israel y Palestina y Rusia y Ucrania.